Otario era el imbécil peligroso de nuestra sociedad. Rodeado de excesos y causas penales. Mafioso de bajo porte, intenso, y por sobre todas las cosas sociópata, rodeado de un coro de personajes siniestros que buscaban adinerarse de manera ilícita. En términos criollos, matufieros, extorsionadores y pobres de alma y espíritu. Nunca conseguirían triunfar, por mas intentos de alpinismo social, iban a quedar siempre marcados por ese rotulo.
Simplemente buscaban ser cada vez mas poderosas. En grandes pseudo logias sin respeto ni perdón de Dios. Drogadictos, repulsivos. Mas que un alpinismo social, solo trepaban en ser cada día mas crueles y peores criminales.
Con gran elocuencia el falso cartel de traidores cada vez se hundía mas en la parte mas bruta del ser humano. Sin ningún tipo de imaginación con empresas fraudulentas, eran el caso de estudio que poco a poco extingue en una sociedad culta con poderes para hacerlos morir a duras penas. Con todos los poderes y por sobre todas las cosas, con el equilibrio y el martillazo final.